Imaginemos que compramos una casaca que nos encanta. Al día siguiente nos la ponemos y salimos pero, de pronto, vemos que una persona está usando la misma casaca que nosotros. Obviamente intentamos no cruzarnos con esa persona y esperamos que nadie haya visto lo que pasó. Media hora más tarde, estamos caminando y nos cruzamos con otra persona que usa la misma casaca, dos cuadras más adelante, una persona más. Decides que es hora de regresar a tu casa, subes al micro y encuentras a una cuarta persona usando la misma casaca que tú. Lo más probable es que la casaca ya no sea tan especial para ti, ni mucho menos única.
En general, cuando las cosas se popularizan, ya no son tan especiales. Lo que sucede es que los signos, con el uso excesivo, se vuelven obsoletos, pierden valor. Pongamos el caso de un valor,
Podríamos decir que esto fue, en parte, lo que le pasó a Hi5. Esta red social, se masificó, se volvió común, todas las personas la usaban, y muchas de ellas ya no la vieron interesante. ¿Si todo el mundo tiene lo mismo que tú, que sentido tiene? Esta situación las llevó a buscar una nueva alternativa: Facebook. En la actualidad, a Facebook le está pasando exactamente lo mismo, lo que podría significar que pronto tendremos una nueva red social a la que cambiarnos.
En general, cuando las cosas se popularizan, ya no son tan especiales. Lo que sucede es que los signos, con el uso excesivo, se vuelven obsoletos, pierden valor. Pongamos el caso de un valor,
Podríamos decir que esto fue, en parte, lo que le pasó a Hi5. Esta red social, se masificó, se volvió común, todas las personas la usaban, y muchas de ellas ya no la vieron interesante. ¿Si todo el mundo tiene lo mismo que tú, que sentido tiene? Esta situación las llevó a buscar una nueva alternativa: Facebook. En la actualidad, a Facebook le está pasando exactamente lo mismo, lo que podría significar que pronto tendremos una nueva red social a la que cambiarnos.
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